jueves, 10 de mayo de 2007

Soy bloguero, luego soy libre... ¿no?


Nos encanta gritar a los cuatro vientos que la red es el mejor altavoz de la libertad de expresión. Aquí todos decimos lo que queremos, sin nadie que nos cierre la boca. Falso. A día de hoy 65 ciberdisidentes han sido encarcelados en países donde la democracia brilla por su ausencia. 65 personas que, por expresar sus ideas, han acabado entre rejas. ¿Esta es la libertad de la que tanto nos gusta presumir?

El problema es tan preocupante que Reporteros Sin Fronteras se vio obligado a crear un manual para ayudar a los blogueros a esquivar la censura y escribir bajo el anonimato para evitar ser una de estas 65 personas que eligieron Internet como medio de expresión.

La cuerda se tensa aún más cuando los grandes gigantes (como Google) bailan el agua a los gobiernos antidemocráticos.

Internet nació como el medio de los medios, capaz de difundir cantidades ilimitadas de información por todo el mundo. Si dejamos que los opresores de la libertad también opriman la red, ¿qué nos queda? Sólo miedo.

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