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jueves, 10 de mayo de 2007

Soy bloguero, luego soy libre... ¿no?


Nos encanta gritar a los cuatro vientos que la red es el mejor altavoz de la libertad de expresión. Aquí todos decimos lo que queremos, sin nadie que nos cierre la boca. Falso. A día de hoy 65 ciberdisidentes han sido encarcelados en países donde la democracia brilla por su ausencia. 65 personas que, por expresar sus ideas, han acabado entre rejas. ¿Esta es la libertad de la que tanto nos gusta presumir?

El problema es tan preocupante que Reporteros Sin Fronteras se vio obligado a crear un manual para ayudar a los blogueros a esquivar la censura y escribir bajo el anonimato para evitar ser una de estas 65 personas que eligieron Internet como medio de expresión.

La cuerda se tensa aún más cuando los grandes gigantes (como Google) bailan el agua a los gobiernos antidemocráticos.

Internet nació como el medio de los medios, capaz de difundir cantidades ilimitadas de información por todo el mundo. Si dejamos que los opresores de la libertad también opriman la red, ¿qué nos queda? Sólo miedo.

lunes, 26 de marzo de 2007

Francia entorpece el camino del periodismo ciudadano

Libertad de expresión alambradaCuando las cosas pintan mal, el miedo no tarda en explotar y puede coartar hasta las libertades más elementales de un país. Así ha ocurrido en la patria de la liberté, égalité y fraternité. Francia no está viviendo uno de sus mejores momentos, por lo que para no amargar más el dulce, ha decidido evitar posibles disgustos futuros. Y lo ha hecho por encima de una de las consignas que la definen desde 1789: se ha cargado la libertad de expresión.

La excusa ha venido que ni pintada: evitar el contagioso ‘happy slapping’ (grabar palizas con móvil o videocámara y después pasarlas a otros). Así, se ha aprobado una ley que prohíbe que los ciudadanos graben o difundan imágenes violentas, reservándose este privilegio a periodistas profesionales (por cierto, ¿quién es considerado periodista: quién ejerce como tal o quién tiene el título?). Las críticas no se han hecho esperar. Por una parte se denuncia lo absurdo de la ley, que prohíbe grabar este tipo de imágenes, pero sí que permite que se utilicen como evidencia en las Cortes.

Aunque, sin duda, la mayor preocupación es la que atañe a la libertad de expresión ya que esta ley se convierte en un gran obstáculo para el periodismo ciudadano. 16 años se han cumplido desde que un ciudadano grabara cómo varios agentes policiales de Los Ángeles propinaban una paliza a Rodney King. Incluso, como bien dijo Dan Gillmor en el I Congreso de Nuevo Periodismo, imágenes que han marcado la Historia, podrían no salir jamás a la luz. Un periodista no puede estar en todos los sitios a todas horas, pero gracias a las nuevas tecnologías, cualquier ciudadano puede denunciar casos de abusos. Por ello, el secretario general de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Aidan White, ha condenado esta ley y ha declarado que
nadie sugeriría de manera seria penalizar la grabación de actos de
violencia, especialmente cuando tiene que ver con el escrutinio público de los
responsables por la ley y el orden público
.


Una traba más para el periodismo ciudadano y, por extensión, al derecho de la información y a la libertad de expresión por la que 200 años atrás, tanta sangre derramó el país vecino.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Googlebombs, ¿bombardeo a la credibilidad de Google?

Google censuradoPor la boca muere el pez. El buscador más utilizado por los internautas, Google, nació con la pretensión de no editorializar las búsquedas de sus usuarios. Eso fue antes de que apareciera el Googlebombs. Basándose en el propio sistema de búsqueda de Google, se descubrió que podían situarse ciertas páginas en las primeras posiciones de búsqueda utilizando determinadas palabras clave. Así, si introduce en el buscador la palabra “ladrones”, el primer resultado que le aparecerá será un texto de Merodeando por la Enredadera en el que Julio Alonso tilda de “ladrones” a la SGAE. O si por el contrario busca “estafadores”, la tercera opción a la que Google remite es la web corporativa de Telefónica de Perú.

Parece que el Googlebombing ha traído tantos problemas a Google, que a finales de enero, decidió cambiar el algoritmo de búsqueda para frenar este fenómeno. Técnicamente hablando no hay intermediarios que sitúen las páginas en la posición que crean conveniente. Para eso están las máquinas. Ismael El-Qudsi plantea que esta decisión puede poner en entredicho la credibilidad del buscador. De hecho, la pone. Porque si miles de personas deciden enlazar a una página con un determinado nombre, ¿por qué Google, puede cambiar esta decisión? Uno de los grandes estandartes de la libertad en la red, está ocultando la opinión de buena parte de los usuarios escondiéndose detrás de un algoritmo. Aunque esta no es la primera vez que Google cede en detrimento de la libertad de expresión.

Google le debe su poder a los usuarios, que como ya lo hicieron con el ‘bombing’, descubrirán una nueva forma de esquivar las trabas que se les pongan por delante.